Haití: una revolución de esclavos negros

¿Por qué hablar de Haití? En esta página ya hemos tratado la importancia de la diáspora africana, marcada por la explotación y la esclavitud. Los afro-descendientes cada vez reivindican más las glorias de su pasado y sueñan con utopías futuras. La película de Pantera Negra (nominada al Oscar a mejor película) nos presenta Wakanda, un país idílico que al mantenerse aislado consigue conservar sus recursos para dotarse de un mayor nivel de vida. Es el sueño de una patria africana, negra, sin injerencias del hombre blanco. A lo largo de la historia este ideal ha sido clave.

Quiero dedicar este post a una experiencia histórica que desde este punto de vista es muy importante, la Revolución Haitiana. Fue la primera rebelión afroamericana, mucho antes del levantamiento de Nat Truner en Virginia. También ha sido la única rebelión de esclavos que tuvo éxito, aboliendo dicha forma de explotación y creando un Estado independiente que hoy conocemos como Haití. Preparaos, porque hoy hablamos de uno de los procesos revolucionarios más radicales de la historia.

revolucion haitiana
Incendio de una plantación en el Plaine du Cap en 1791. Los esclavos atacan a sus amos. (Ilustración militar francesa de 1833).

Una colonia de esclavos

Antes de su independencia, Haití era una colonia de Francia llamada Saint-Domingue. La historia de esta colonia comienza en 1697, cuando España cede la parte occidental de La Española a los franceses en el Tratado de Ryswick. En la colonia francesa de Saint-Domingue se estructura una sociedad esclavista y muy desigual. Por un lado, teníamos a los “grandes blancos”, que eran los terratenientes más importantes de la colonia. Por otro lado, teníamos a los “pequeños blancos” que por lo general eran propietarios medios-bajos, artesanos, funcionarios o trabajadores. Al margen de los blancos, estaban los negros y los mulatos libertos, unos mejor posicionados socioeconómicamente que otros, pero inferiores en derechos a los blancos. El resto de la población (la inmensa mayoría) estaba compuesta por esclavos negros provenientes de África. Pocos nacían en Saint-Domingue y su esperanza de vida era muy corta. La explotación de la mano de obra esclava se mantenía sobre todo por la continua importación de población africana cautiva.

Esta estructura social tan desigual, por supuesto, generaba muchísimas tensiones. Dentro de los grandes propietarios blancos había una división entre aquellos que tenían aspiraciones independentistas con respecto a la corona francesa y aquellos que preferían seguir bajo su protección. El espíritu liberal había llegado a Saint-Domingue y algunos propietarios querían liberarse de las regulaciones impuestas por la metrópoli. Al mismo tiempo, los libertos pedían más derechos como ciudadanos, buscaban la igualdad plena con los blancos. Los esclavos, sometidos a unas condiciones miserables, también tenían sus gestos de rebeldía. Algunos huían a la selva o a la montaña para liberarse de sus amos, estos eran los llamados cimarrones. Los que permanecían esclavizados, luchaban por mantener vivas algunas de sus tradiciones nativas (el ejemplo más claro de esta lucha es la pervivencia, todavía hoy, del vudú en Haití).

El caldo de cultivo para una revolución estaba, hacía falta una explosión que hiciese saltar todo por los aires. Esa explosión llegaría con la Revolución Francesa.

La llama de la Revolución Francesa

Los eventos revolucionarios en la metrópoli tuvieron sus efectos sobre la colonia. Era inevitable. Todas las divisiones antes citadas se acentuaron y la colonia entró en una situación de caos. La inestabilidad en Francia lanzó a los grandes blancos a posturas más independentistas. Era su oportunidad de liberarse de las regulaciones impuestas por la Corona Francesa. Los mulatos, por su parte, abrazaron las ideas revolucionarias de Francia. Para ellos, una igualdad que fuese indiferente al color de la piel era una idea muy atractiva. Los grandes blancos, evidentemente, no querían saber nada de las reivindicaciones de los libertos y las reprimieron.

Toussaint L'Ouverture
Toussaint L’Ouverture.

El triunfo de los esclavos

En ese contexto, los esclavos negros también se rebelan. En 1791 el sacerdote vudú Boukman celebrará la ceremonia de Bois-Cayman, la cual dará inicio a la Revolución Haitiana. Durante esta lucha revolucionaria surge la figura de Toussaint Louverture. Los intereses de estos esclavos sublevados terminaron convergiendo con los de los mulatos y crearon un bloque histórico que será el protagonista del proceso revolucionario. Será un periodo complejo, no libre de luchas internas. Entre estos choques internos cabe mencionar el que tuvo Toussaint Louverture (representante de los esclavos negros) con André Rigaud (representante de los mulatos libertos).

El proceso revolucionario duró hasta que Napoleón tomó la decisión, tras concluir la Revolución Francesa, de tomar el control de Saint-Domingue. No olvidemos que esta isla era muy valiosa para Francia. Napoleón envío a decenas de miles de soldados a Saint-Domingue. Tras una lucha muy dura, la revolución era aplastada y Toussaint Louverture moría en la prisión de Fort de Joux. Será Jean Jacques Dessalines quien complete el sueño de Louverture. Los esclavos negros no se resignaron a volver a su antigua posición como si nada hubiese pasado. La llama volvió a prender y en 1804 Haití se independizó. Un victorioso Dessalines proclamó el Imperio de Haiti. Por primera vez una colonia de América Latina lograba su independencia. También por vez primera una rebelión de esclavos negros tenía éxito y fundaba su propio Estado.

¿Y después?

Siempre tendemos a quedarnos con la parte bonita de todas las revoluciones. La toma de la bastilla, los rojos entrando en el Palacio de Invierno, los liberales proclamando la Constitución de 1812 o los barbudos tomando la Habana. Pero al día siguiente… ¿qué? El político e historiador Julio Anguita siempre dice que como revolucionario es más interesante Fidel Castro que Che Guevara. Che Guevara es una figura romántica, el símbolo del inconformismo que libró una batalla incansable contra imperialismo. Pero Fidel Castro es la persona que tiene que gestionar un país después de un proceso revolucionario, quien debe hacerlo funcionar, y eso es lo realmente interesante.

Jean-Jacques-Dessalines
Jean-Jacques-Dessalines.

¿Qué pasó tras la independencia de Haití? Por desgracia, no caminaron hacia una utopía afrofuturista. Nada más nacer, Haití tuvo que vivir fuertes presiones externas. Francia inició un bloqueo al azúcar haitiano. El rechazo a una revolución de esclavos hizo que los demás Estados tampoco reconociesen a Haití ni comerciasen con ellos.

Además de estos factores exógenos, también hubo factores endógenos. Dessalines inició una dura persecución contra los blancos y los mulatos. Murieron miles de personas. Los blancos prácticamente desaparecieron de Haití mientras que los mulatos permanecieron. Hubo una quiebra social entre negros y mulatos (estos últimos identificados con la clase media y alta) que todavía hoy sigue vigente. Finalmente, Dessalines fue asesinado. Sus ejecutores fueron dos mulatos llamados Pétion y Christophe, los cuales se repartieron, literalmente hablando, el país. Esta división hará que el siglo XIX en Haití esté marcado por las luchas internas y el caos político.

Podemos decir que el Imperio Haitiano fue un fracaso, ya que no se logró convertir en un referente para las aspiraciones de emancipación de los esclavos negros. Tampoco consiguieron unificar la isla de La Española bajo la soberanía hatiana. República Dominicana nacería y lo haría contra Haití, con el recuerdo colectivo de los intentos haitianos de invadir su tierra. Esto está detrás de los recelos mutuos entre ambos vecinos, el más importante es la xenofobia en República Dominicana contra los migrantes haitianos. La primera rebelión exitosa de los esclavos negros no se materializó en un Estado fuerte.

Hoy, pese a todo, la Revolución Haitiana sigue siendo un hito que nos hace reflexionar. Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Creéis que este proceso revolucionario fue positivo? ¿Pudo haber sido Haití una utopía afrofuturista? ¿Tiene solución Haití o es un Estado inviable? Participad y opinad.

Pedro Sánchez Prieto

Pedro Antonio Sánchez Prieto. Graduado en Historia y Máster en Investigación y Estudios Avanzados en Historia por la USAL.

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