Martin Luther King es una de las grandes personalidades del siglo XX. Este pastor afroamericano bautista y activista representó al movimiento por los derechos civiles y contra el racismo. Gracias a esto, fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz. Su vida terminó de manera violenta en 1968 cuando lo asesinaron. Aquí queremos hablar de su pensamiento, aunque sabemos lo difícil que es esta tarea. Hoy en día, Martin Luther King es prácticamente un santo laico. Sin embargo, queremos salirnos de la hagiografía y exponer sus ideas. Preparaos, porque hoy en Conquista la Historia hablamos de desobediencia civil, pacifismo y lucha contra el racismo.
Las influencias de Martin Luther King
Antes de hablar del pensamiento de Martin Luther King, hay que hablar de sus influencias. En primer lugar, hay que mencionar a Henry David Thoureau. Este filósofo estadounidense, fuerte defensor de la libertad individual, abogó por la desobediencia civil como medio de lucha. Esto es, el derecho y deber de todo individuo de no cumplir aquellas leyes que choquen con su conciencia individual. Martin Luther King quedó impresionado con su pensamiento y a través de él llegó a la conclusión de que promover el bien era igual de importante que no colaborar con el mal.
La segunda gran influencia de Martin Luther King fue Mahatma Gandhi. Este líder independentista indio defendió la lucha no violenta. Martin Luther King comprendió que la rebelión civil se tenía que hacer desde el profundo respeto a la paz. Luther King jamás conoció en persona a Mahatma Gandhi, pero sí conoció su pensamiento a través de personas que colaboraron con él. Tras visitar la India, Luther King se convenció del potencial transformador de la lucha no violenta.
Estas son sus dos grandes influencias. Una representa la desobediencia civil y la otra representa la revolución pacífica, pero en Luther King también dejaron huella personas cercanas a su ámbito. Cabe mencionar a tres personas: el teólogo Howard Thurman, para muchos el verdadero padre ideológico de Luther King; el socialista Bayard Rustin, quien de facto fue el estratega del movimiento de desobediencia civil; y, por último, el juez Thurgood Marshall, primer negro estadounidense que llegó a ser juez de la Corte Suprema.
La desobediencia civil y el pacifismo
Las luchas raciales estaban presentes en Estados Unidos desde mucho antes de que emergiera el liderazgo de Martin Luther King. La mayoría eran violentas, pero otros creían que se podían conquistar los derechos de los afroamericanos a través de la legislación vigente. La ruptura o innovación que supuso Martin Luther King fue la aplicación de una estrategia de desobediencia civil pacífica para conquistar los derechos civiles.
Luther King no creía en los mecanismos legales, sino en la acción directa y pacífica en la calle. No había que esperar a que la ley cambiase, sino que debía desobedecerse para provocar su modificación. Una ley injusta no debe ser acatada y una justicia pospuesta es una justicia negada.
Como hemos dicho, en el pensamiento (y práctica) de Martin Luther King esa desobediencia debía ser pacífica. La violencia para él era un error fatal. Una espiral de calamidades que tan solo crearían más situaciones violentas que darían lugar a más dolor. La violencia solo generaba más violencia. Él quería romper esa espiral de odio. No entendía que los medios inmorales utilizados por su adversario pudiesen servir para un fin noble. El odio era inmoral y políticamente poco práctico. Martin Luther King creía que a esos sentimientos de odio había que responder con amor. No hacer nunca al adversario lo que no nos gustaría que nos hiciesen a nosotros. Por eso, Martin Luther King nunca apoyó los motines violentos de movimientos afroamericanos más radicales, ni compartió la fascinación de muchas personas durante esos años por las guerrillas de liberación nacional en América Latina.
Del mismo modo, fue muy crítico con las agresiones imperialistas (especialmente con la Guerra de Vietnam). La desobediencia civil era pacífica porque para Martin Luther King el pacifismo era una base fundamental. Tanto en la estrategia de las movilizaciones sociales, las relaciones exteriores y la propia vida. Una visión que podemos considerar idealista, pero con la que Luther King fue tremendamente coherente.
No debemos entender, pese a ello, que Luther King representaba la mansedumbre. No lo hacía. Sus actos de desobediencia civil, por muy pacíficos que fuesen, violentaban la ley vigente. En alguna ocasión incluso fue detenido. No era partidario de medios violentos para lograr un fin justo, pero tampoco sentía respeto alguno por un fin perverso logrado por medios pacíficos. Martin Luther King fue un hombre conflictivo, visto como un peligro por los poderes políticos y económicos, que tuvo un final dramático debido a su compromiso.
La igualdad racial
Otra clave para conocer mejor el pensamiento de Martin Luther King es la finalidad de su lucha. La desobediencia civil no era un mero activismo al servicio de cualquier fin, Luther King tenía un objetivo claro: la igualdad racial. Ante todo, era un activista en pro de los derechos de los ciudadanos afroamericanos. Esta igualdad racial se entiende a veces solo sobre el papel. Según esta visión aguada de Luther King, el objetivo se logró cuando los derechos civiles fueron aprobados por el gobierno. Pero Luther King no entendía la igualdad racial como una cuestión meramente legal. Los afroamericanos no solo deberían tener reconocidos sus derechos por ley, también debían verse ellos como sujetos libres e iguales. Tener un orgullo racial, una conciencia de pueblo afrodescendiente, que debía ser compensado por los agravios históricos. No fue un tío Tom.
El pensamiento religioso de Martin Luther King
Una parte importantísima del pensamiento de Martin Luther King es la religión. No solamente fue un activista, también fue un pastor baptista. No olvidemos eso. Su pensamiento era profundamente moralista y espiritual. Sin ello es difícil comprender su visión de la paz, íntimamente ligada a la importancia del amor en su fe. Ojo, debemos tener en cuenta que, pese a su condición de pastor, Luther King siempre defendió el laicismo. Una cosa es que Luther King no defendiese una religiosidad pública y otra cosa son las consecuencias ideológicas de su fe religiosa.
Luther King fue un duro crítico del estilo de vida americano. Veía en el consumismo capitalista una pobreza moral que estaba en la base de muchos males de la sociedad. Frente a dicho estilo de vida, basado en el capitalismo, proponía una revolución espiritual. Un cambio drástico de valores.
Para Luther King la sociedad estaba lejos de lo que Dios tenía pensado para ella. Debían transitar del odio al amor. Ese camino era eterno, pero pese a ello había que recorrerlo. Y debía hacerse incluso en las situaciones difíciles. El amor no era el punto de llegada, era el camino que había que recorrer. Entendió su vida como un compromiso con ese amor, donde asumía las consecuencias (a veces duras) de su opción pacífica.
Dos aspectos interesantes del pensamiento religioso de Luther King son su relación con el ejercicio del poder y su relación con la ciencia. Para Luther King el ejercicio del poder no marca una ruptura con el amor. De hecho, intentó superar el divorcio entre amor fraternal y voluntad de poder. De nada sirve amar si no tienes el poder para imponer el ejercicio de ese amor. Y lo mismo ocurre si al tener poder, este termina desprovisto de cualquier sentimiento de fraternidad. En cuanto a la ciencia, Luther King siempre la vio compatible con la religión.
Pero desde esa religiosidad humanista, se preocupó por la manera en la que el progreso material iba más rápido que el progreso humanitario. Se tenía una tecnología tremenda, como nunca había conocido la raza humana, pero se ponía al servicio de valores que tan solo causaban destrucción. Esta visión escéptica el progreso, queda muy bien representada con el horror de las bombas atómicas.
Críticas a Martin Luther King
Podemos dividir las críticas a Martin Luther King en dos bloques: las procedentes de la derecha y las de la izquierda. Desde los sectores conservadores de Estados Unidos se veía a Luther King como un agitador. Incluso aquellos que reconocían que se cometían abusos contra los afrodescendientes, no podían entender que su estrategia se basase en transgredir la ley. Si quería luchar por los derechos de los negros, tenía que hacerlo dentro de los cauces legales.
El gobierno de los Estados Unidos lo consideraba un peligro. No veía con buenos ojos su relación con gente cercana al Partido Comunista. El FBI, dirigido por J. Edgar Hoover, le siguió muy de cerca. Le espiaron para ver hasta dónde llegaban sus vínculos con el comunismo, sin poder demostrar jamás nada. Luther King no era comunista, tan solo hay que hacer un repaso de su pensamiento para darse cuenta de ello. Pero en Estados Unidos estaba extendida la idea de que el movimiento afroamericano era instigado por agentes secretos de la izquierda. La cercanía de Luther King con el movimiento obrero en Estados Unidos creó alarmas, así como su postura contraria a la Guerra de Vietnam. Algún día podremos hablar del espionaje y acoso a Martin Luther King por parte de los servicios secretos de los Estados Unidos.
Desde la izquierda afroamericana más radical, representada por el Black Power y Malcolm X, se criticó el movimiento de Luther King. En general, una parte de la comunidad negra pensaba que la integración en los Estados Unidos, con unos derechos civiles o sin ellos, suponía una renuncia a su propia raíz cultural. Aquí podéis ver un discurso de Mohamed Ali que representa bien este pensamiento: los negros deben ser negros. Y esa identidad era imposible de defender desde la integración en una estructura que para ellos era colonial. Hay que aclarar que, en líneas generales, Martin Luther King fue un hombre admirado en la comunidad negra. Esa división entre Luther King y Malcolm X está muy dramatizada. Lejos de ser adversarios, eran dos personas que se respetaban pese a las diferencias estratégicas.
Conclusión
Martin Luther King fue uno de los gigantes del siglo XX. Su figura es clave en la lucha de la comunidad afroamericana. Incluso es un referente de la lucha por la igualdad racial a nivel global. Es imposible comprender una parte de la lucha contra el Apartheid sin él. Su legado perdura. ¿Y tú qué opinas? ¿Se alcanzó el sueño de Luther King? ¿Dejó un gran legado? ¿Es posible una revolución sin violencia? ¿Fue Luther King un traidor a la comunidad afroamericana o ha sido su líder más destacado? Opina y participa.
Comparto con mis lectores otra columna del Reverendo Juan Angel Gutierrez Rodriguez, miembro de la Mesa de Dialogo Martin Luther King, Jr. En esta ocasion, Gutierrez Rodriguez analiza el pensamiento anti-capitalista y anti-imperialista del gran lider afroamericano. El estudio del pensamiento del Dr. King, hijo, en su mayoria gira alrededor de su lucha por los derechos civiles (integracion de lugares publicos, acceso a la educacion y participacion en el proceso electoral), su practica de la no-violencia y su critica a la guerra de Vietnam. No podemos negar que estas fueron sus preocupaciones principales. Una lectura atenta y concienzuda de sus escritos podemos descubrir una profunda conciencia anticapitalista y antimperialista