Hace unas semanas el PCE ponía en marcha la organización de la comisión para su centenario, que tendrá lugar en 2021. Tras cien años, el Partido Comunista vive y sigue teniendo una importancia relativa. Dos ministros del gobierno español proceden de este partido y se encuentra dentro de una coalición electoral (Unidas Podemos) que es la cuarta fuerza política de España. En este artículo queremos hablar del proceso de creación del Partido Comunista de España y el camino que tuvo que transitar hasta entrar en el gobierno español por primera vez. Preparaos, porque hoy hablamos del PCE.
El nacimiento del PCE
La división del movimiento obrero durante la Primera Guerra Mundial y el nacimiento de la Internacional Comunista tuvieron claros efectos en España. El PSOE se dividió internamente entre aquellos que se adherían a las ideas de Lenin y aquellos que no lo hacían. Hubo dos escisiones importantes en el socialismo español. La primera fue la Federación de Juventudes Socialistas que fundó, el 15 de abril de 1920, el Partido Comunista Español. Entre estos jóvenes socialistas de simpatías leninistas estaba Dolores Ibárruri. La segunda escisión fue la que se produjo después del III Congreso Extraordinario del PSOE. Los partidarios de adherirse a la Internacional Comunista fueron derrotados y se salieron del PSOE para fundar el Partido Comunista Obrero Español. Podemos decir que el comunismo en España, como en otros muchos países de Europa Occidental, es una escisión de la socialdemocracia encabezada por sus sectores más pro-soviéticos.
En 1921 estos dos partidos trabajaron en su fusión, siguiendo las directrices de la Internacional Comunista. Era necesario que España tuviese un único partido leninista, el Partido Comunista de España. En estos primeros años, el PCE es una pequeña organización de socialistas radicales que busca crear un partido de base obrera. Poco después de su nacimiento, en 1923, se produce el Golpe de Estado de Primo de Rivera. Instaurada la dictadura, el joven PCE es ilegalizado. Son años de clandestinidad, en los que el PCE se radicaliza y se nutre de nuevos cuadros que provenían de la CNT. Cuando Primo de Rivera cae, Berenguer recupera algunas libertades. Aunque el PCE no era todavía legal, si pudo reactivar su movilización, teniendo especial importancia en este contexto la creación de su órgano de prensa “Mundo Obrero”. Tras las elecciones municipales de abril en 1931 se proclama la II República. No era el régimen por el que el PCE luchaba, pues no dejaba de ser una república burguesa, pero sí abriría una serie de oportunidades al partido. Y dejará un recuerdo muy grato en su memoria colectiva, pese a que en sus inicios fue recibida con abierta hostilidad.
El PCE durante la II República
La II República abría muchas nuevas oportunidades al PCE y lo colocaba en una situación muy diferente a la que había vivido anteriormente. Tengamos en cuenta que cuando se proclama la II República, el PCE era un partido clandestino, reducido a los sectores más radicalizados del socialismo español y militantes procedentes del anarcosindicalismo. Durante la II República el PCE creció tanto en militancia como en presencia institucional.
Ya en las elecciones municipales, La Villa de Don Fabrique (en Toledo) tuvo un alcalde comunista. En 1933 es elegido el primer diputado comunista de la historia de España, Cayetano Bolívar Escribano. Finalmente, en 1936, el PCE se adhirió al Frente Popular, coalición que ganó las elecciones en 1936 y gobernó (sin comunistas ni socialistas en el Consejo de Ministros).
El papel del PCE en la Revolución de 1934 no fue muy importante, aunque participó en ella. Al final, pese a su crecimiento, el PCE seguía siendo una organización política de segunda fila si lo comparamos con el PSOE o con la CNT. Pese a todo, el partido sufrió una dura represión tras el fracaso de este levantamiento.
Durante la II República, el PCE mejoró notablemente su organización y logró más afiliados. En ello tuvo mucha importancia la dirección de José Díaz Ramos a partir de 1932. En 1933 el PCE organizó las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas, unas milicias muy efectivas que contaban con una formación militar básica. La política frentepopulista permitió un acercamiento entre las Juventudes Comunistas y Socialistas que se consumó cuando ambas se fusionaron el día 1 de abril de 1936 en las Juventudes Socialistas Unificadas. Un proceso similar se dio en Cataluña, comunistas y socialistas buscaron unirse en un mismo partido para convertirse en la principal fuerza política de la clase obrera (superando a ERC). Dicha unión se logró en el Partido Socialista Unificado de Cataluña el día 21 de julio de 1936, poco después del Golpe de Estado.
Cuando la rebelión militar del 18 de julio derivó en una Guerra Civil, el PCE estaba preparado. Tenía una fuerte organización juvenil, mucho músculo en Cataluña y una milicia preparada para una situación de guerra. Esto, junto a su relación con la URSS, serían determinantes durante los años del conflicto bélico.
La Guerra Civil y el Partido Comunista
Durante la II República, el PCE se convirtió en un partido de masas, pero durante la Guerra Civil se transformó en un partido de gobierno. El proceso es curioso. Desde el inicio de la Guerra Civil, el PCE tuvo claro que se debía formar un Frente Popular, en alianza con la pequeña buguesía, para defender la II República. La movilización obrera fue clave para frenar el golpe y hacer cara a los fascistas. Y el PCE estaba muy capacitado para participar en ello.
En la defensa de Madrid fue muy importante el rol de las milicias comunistas. Los comunistas fueron ganando influencia. Los discursos de Dolores Ibárruri ‘Pasionaria’ se fueron volviendo más populares mientras que su militancia ganaba protagonismo en la defensa de la II República.
El PCE, además, gestionó dos cosas muy importantes. Por un lado, la ayuda de la URSS a la II República. Una ayuda importantísima, teniendo en cuenta que las potencias occidentales dejaron a la II República a su suerte, mientras que los nazifascistas daban todo tipo de apoyo al bando de los militares sublevados. Y por otro lado, la llegada de combatientes voluntarios que formaron las Brigadas Internacionales.
Los comunistas organizaron desde el inicio de la guerra un Ejército Popular a partir del Quinto Regimiento. Un auténtico ejército democrático en el que los obreros armados luchaban dirigidos por los cuadros dirigentes del Ejército que apoyaron al bando republicano. Con este Ejército Popular se militarizó una defensa de la II República que hasta entonces descansaba sobre unas milicias peor organizadas.
Este importante papel que el PCE jugó en la Guerra Civil se tradujo en un avance importante tanto en militancia como en poder político. Estos avances del PCE hay que entenderlos dentro de un proceso de revolución democrática que claramente se da en el seno del bando republicano durante la Guerra Civil. Es cierto que el PSOE y el PCE se adhirieron al Frente Popular. Pero después de que éste gane las elecciones, el gobierno de España estará formado exclusivamente por republicanos. Esto dejará de ser así tras el Golpe del 18 de julio, momento en el que las masas ganarán muchísima importancia en la defensa de la República y los partidos obreros como el PCE o el PSOE obtendrán un poder institucional como el que no habían tenido nunca.
El gobierno dirigido por el socialista Largo Caballero incluyó a dos ministros comunistas: Álvaro Uribe (Agricultura) y Jesús Hernández Tomás (Instrucción Pública y Bellas Artes). La incorporación del PCE al gobierno supuso la consolidación de la estrategia que ya seguía desde el inicio de la guerra: la unidad republicana frente al golpe y el impulso del proceso democrático que se venía dando dentro del bando republicano. Una estrategia que confrontaría con aquellas organizaciones obreras como el POUM o determinados sectores de la CNT que optaban por convertir la Guerra Civil en una revolución obrera.
Conclusión
El Partido Comunista de España nace como una escisión del PSOE que es partidaria de la Tercera Internacional. Sus inicios son difíciles, un partido pequeño reducido a los sectores más radicalizados del socialismo que además sufre la represión de la dictadura de Primo de Rivera. Sin embargo, en los años de la II República, el PCE se irá nutriendo de cuadros y ganando importancia institucional. Dentro de la Guerra Civil, el PCE va ganando más adeptos y se convierte en una formación política fundamental en la defensa de la II República. Este compromiso se consolida cuando en el gobierno socialista de Negrín entran dos ministros comunistas: Álvaro Uribe y Jesús Hernández Tomás. En este año, 2020, por primera vez desde entonces tenemos un gobierno con ministros comunistas. Contextos muy diferentes, pero hay un hilo rojo que une ambos momentos de la historia.
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