Nuestra Constitución dice que España es un Estado Social. Muchas veces lo decimos y en estos momentos de crisis y recortes no conviene perderlo de vista. Sin embargo, ¿qué quiere decir eso de que España es un Estado Social? ¿De dónde viene? ¿Qué sentido tiene que lo sea en estos tiempos de crisis? Es difícil responder a todas estas preguntas y en este post no pretendemos llevar a cabo una empresa tan arriesgada, de manera que nos limitaremos a hacer una pequeña introducción histórica al Estado Social.
Lorenz von Stein, padre del Estado Social
La idea del Estado Social nace en Alemania, concretamente en Prusia, de la mano de Lorenz von Stein. Este pensador, al igual que Marx, creía que la sociedad estaba dividida en clases sociales que luchaban entre ellas para imponerse (no es raro que ambos pensadores alemanes coincidan puesto que bebían mucho de Hegel). Sin embargo, la óptica de Lorenz von Stein no era revolucionaria como la de Karl Marx. Stein no defendía el triunfo del proletariado sobre la burguesía, no quería que la lucha de clases finalizase con la victoria e imposición de una dictadura de clase. Como alternativa al caos revolucionario, Lorenz von Stein defendía una monarquía que dirigiese desde arriba una serie de reformas que hiciesen de Prusia un Estado Social en el que las clases bajas mejorasen su nivel de vida sin cuestionar el sistema vigente.
El Estado Social de Lorenz von Stein respondía al fervor revolucionario de 1848. Un momento en el que la cuestión social irrumpía en la escena dando lugar a un periodo de revoluciones políticas. Para evitar la revolución Lorenz von Stein proponía una reforma social basada en impuestos progresivos, la instrucción pública y el acceso a la propiedad por parte de las clases populares (hasta entonces, la propiedad era un privilegio de la clase burguesa que generaba diferencias sociales según la clase a la que uno pertenecía). Se buscaba establecer un Estado protector de la sociedad, una monarquía social. En su origen, el Estado Social es una propuesta monárquica y conservadora que trata de ofrecer una alternativa a la revolución socialista y a la democracia.
Un planteamiento conservador y no democrático
No debemos confundirnos, el Estado Social no es un proyecto progresista ni de izquierdas, es una estrategia del conservadurismo. No es un Estado de Bienestar que busca la igualdad socio-económica de los ciudadanos (ambos proyectos pueden converger, pero no son lo mismo) ni tampoco es una propuesta revolucionaria que busca llevar a lo más alto a la clase obrera para acabar con el capitalismo burgués. El Estado Social es una regulación del capitalismo que busca evitar los abusos de la clase alta y sofocar las aspiraciones revolucionarias de las clases bajas.
Quien desarrolla las ideas del Estado Social propugnadas por Lorenz von Stein es Otto von Bismarck y lo hace precisamente para frenar el avance de las fuerzas políticas socialistas. Esto no supone que Alemania sea un país más progresista, simplemente que sus élites decidieron crear poco a poco un Estado Social basado en los seguros sociales para los trabajadores y la concesión de una serie de derechos universales que también alcanzaban a las clases populares. Sin embargo, insisto, ello no tiene que ver en absoluto con las luchas o los objetivos de lo que entonces era la izquierda alemana. Era parte de la estrategia del conservadurismo alemán para mantener el poder y gobernar sobre el país recientemente unificado, interviniendo en la economía para evitar la marginación social de las clases menos favorecidas.
Las dos almas del Estado Social
Uno de los momentos en los que más se desarrolló el Estado Social en Alemania fue durante la República de Weimar. La Constitución de esta breve experiencia democrática en Alemania tenía un importante contenido social. Entre las dos guerras mundiales, Alemania fue un país pionero en lo que a reformismo social se refería. La crisis política y económica evitaría que las políticas reformistas tuvieran efecto. Pese a ello, la experiencia de Weimar ha servido como ejemplo para otros países que han seguido la senda del constitucionalismo social.
Es durante la República de Weimar cuando vemos las dos almas del Estado Social. Un alma es la de un Estado Social autoritario y conservador, el cual será precedente de la experiencia nacional socialista en el país, la otra alma es la ordoliberal, la del Estado Social y Democrático de Derecho.
Movimiento Revolucionaro Conservador
La primera alma mencionada se identifica con el Movimiento Revolucionario Conservador. El MRC era un nacionalismo conservador de profunda identidad prusiana que abogaba por un Estado Social dentro de una Alemania que se definía por su Volksgemeinschaft (la comunidad popular). Es decir, la nación alemana definida por sus valores por encima de cualquier Constitución o forma de gobierno. Una visión autoritaria en la que la intervención del Estado también incluía el mantenimiento del orden mediante la represión y la negación del pluralismo político o cultural.
Ordoliberalismo
La segunda alma tiene relación con el ordoliberalismo. Se trata de una doctrina socio-económica que compatibiliza la defensa del libre mercado con la obligación del Estado de llevar a cabo una política social enfocada a defender a los sectores populares, evitando de esa manera su marginación del sistema. Entienden el capitalismo desde un cristianismo social y un humanismo económico, creando una ideología muy potente y decisiva tanto en el país como dentro del partido de gobierno (la CDU de Ángela Merkel) en la que tiene una importancia muy grande el constitucionalismo y el respeto al Estado de Derecho
El Estado Social es una estrategia del liberalismo conservador para mantener el orden establecido mediante reformas que palien la pobreza y eviten la lucha de clases. Estado Social y Estado de Bienestar han convergido en algunos momentos de la historia, pero no son lo mismo. Tras leer esto, vemos que el Estado Social convive siempre con la tensión entre reconocer derechos sociales y crear límites a la libertad individual (o el libre mercado).
En la actualidad es criticado por aquellos neoliberales que lo conciben como un Estado interventor que elimina las libertades y obliga a los más ricos (los mejores, los que más han trabajado para tener lo que tienen) a supeditarse a los más pobres (acostumbrados por ese Estado Social a recibir asistencia y vivir del trabajo de los demás). Otros consideran que el Estado Social desmoviliza a la sociedad y evita la emancipación de la clase obrera. Sea como sea, el Estado Social ha sido decisivo en el último medio siglo, ha logrado la paz social en los países en los que se ha implantado y actualmente rige en España (eso sí, muy deteriorado por los recortes y cada vez más cuestionado por los “expertos” en economía).
¿Y vosotros qué pensáis? ¿El Estado Social es conservador o progresista? ¿Impide la emancipación de las masas? ¿Elimina las libertades? ¿Estamos en el ocaso del Estado Social o logrará sobrevivir a la crisis? Dad vuestra opinión y participad.
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