Assassin´s Creed: La historia real de la secta de asesinos

Personajes Assasins Creed

Assassin’s Creed es una de las sagas de videojuegos más exitosas de la historia. A lo largo de todas sus entregas, más de catorce, desde su primer lanzamiento en 2007 hemos sido protagonistas de una lucha ancestral entre los Templarios y los Asesinos. Aunque varios aspectos de la trama, no vamos a revelar nada por si alguien quiere empezar a jugar ahora, tienen un fuerte peso fantástico y mitológico, cada videojuego se centra en un periodo histórico con personajes reales que marcaron hitos en la humanidad.

Recorreremos ciudades míticas en pleno apogeo, desde la Jerusalén de las Cruzadas hasta el Londres de la Revolución Industrial, incluyendo la Italia del Renacimiento, la Grecia Clásica, la América de la Guerra de Independencia, el Paris revolucionario y un largo etcétera. Esta saga ha acercado a miles de jóvenes a la historia gracias a su buena recreación y al hecho de que casi todos los eventos del juego sucedieron en la realidad y fueron importantes históricamente hablando.

La creación de una saga que utiliza la historia como su base fundamental debería apoyarse en hechos y protagonistas reales. Las dos facciones que se enfrentan en la trama así lo fueron. No es necesario decir que los Templarios fueron reales (aunque existe mucha mitología sobre ellos), pero en este artículo vamos a conocer a fondo la secta de los Asesinos, muy reales en el periodo en el que está basado el primer videojuego, las Cruzadas. En el videojuego esta facción es la buena, una vez acabado nuestro artículo dejamos al lector que, como dice uno de sus eslóganes, “elija su credo”.

Los hashshashin: un insulto que ha pasado al lenguaje habitual

Los miembros de la secta de los hashshashin eran realmente llamados nizaríes. Estos fueron un grupo muy real activo entre los siglos XI y XIII en Oriente Próximo, siendo la época del siglo XII la de su mayor esplendor. 

El nombre que hoy todos conocemos y con el que ha pasado a la historia fue dado a esta secta por sus enemigos y detractores. Su significado real es “borrachos fumadores de hachís”. Aunque en otras versiones también se conoce como “marginados sociales”. En resumen, hashshashin era un insulto. Aunque, como veremos, es cierto que los miembros de esta secta eran enviados a sus misiones bajo los efectos del hachís.

Hoy en día en inglés “assassin” se utiliza para describir a un magnicida y se diferencia  de “murderer” que mata sin motivos políticos. En otros idiomas como castellano, asesino es utilizado de manera indiferente al motivo por el que mata.

¿Cómo unos “fumadores de hachís” de apenas dos siglos de historia han sido tan recordados en la actualidad? Ahora conoceremos su historia.

Los nizaríes, la secta real

La secta tiene su origen en el actual Irán, en los partidarios del ismaelismo[1] dentro del chiismo. Eran un grupo minoritario de una pequeña secta de una región sunní. Por culpa de las persecuciones que estaban sufriendo en el año 1090 tomaron lo que iba ser su sede, el castillo de Alamut dirigidos por su primer gran líder, Hasan bin Sabbah.

Tras esto otras fortalezas cayeron en su poder, creando así una red bien comunicada en las actuales Siria e Irán. Estos castillos tenían unas características comunes. Estaban en lugares poco accesibles próximos a fuentes de agua y alimentos. Uno de los más importantes será Masyaf, la sede que sale en el juego.

Fortaleza de Masyaf
Fortaleza de Masyaf, Siria

Los primeros enemigos de esta secta fueron la dinastía de los selyúcidas que contralaba este territorio y veía cómo la predicación de los nizaríes se iba extendiendo. Las campañas contra ellos no tuvieron gran éxito, pero en represalia estos asesinaban a dirigentes políticos y militares como Nizanal-Mulk, visir del sultán. En 1094 una lucha por el poder en el califato Faitimí[2] (principal apoyo político de la secta) separó por completo a nuestros protagonistas del resto de los ismailíes.

Los líderes de la secta eran conocidos como Viejo de la Montaña, título de todos los jefes desde 1090 a 1258. La época de Hasan bin Sabbah supuso el auge de la secta. Es el personaje más característico de su historia. Se cree que daba a sus seguidores hachís y estos bajo sus efectos se despertaban en los jardines de Alamut rodeados de bellas vírgenes y con todos los placeres a su alcance. Cuando se les pasaba el efecto, volvían a despertar en su habitación. Hasan les decía que si hacían todo lo que ordenaba volverían a ese estado que era lo más parecido al Paraíso que les esperaba en el caso de que murieran actuando para él. También se dice que pidió a un hombre que se arrojara de la torre más alta de Alamut para demostrar a un ejército invasor que sus hombres eran los más valientes. Su muerte en 1124 no acabó con la secta, sino que la reforzó.

Hasan bin Sabbah
Grabado imaginario del siglo XIXn del “Anciano de las Montañas”, como llamaban a Hasan bin Sabbah

Realmente, consumieran o no hachís, se sabe que Hasan era un estudioso del control de las personas para manipularlas y que hicieran lo que él quisiera. La religión y el hachís fueron sus grandes aliados para conseguirlo.

Su técnica militar era sencilla y muy eficaz, en vez de montar un gran ejército y asediar fortalezas en una de las épocas más convulsas de la historia en una zona en conflicto continuo, se dedicaban al asesinato selectivo. Ellos mataban a dirigentes religiosos, políticos, militares y reyes de gran poder (sobre todo turcos) para debilitar al enemigo. La mayoría de estos actos eran en lugares públicos con muchos testigos para intimidar.

Incluso crearon una técnica que vemos ahora muy actual. Se infiltraban durante años entre sus enemigos, formando así una célula durmiente esperando a actuar cuando se lo dijeran sus líderes.

Además del ya comentado visir, otros de sus asesinatos más famosos fueron los de: Conrado de Montferrato en 1192; Chagatai, un hijo de Gengis Kan en 1241; Khalaf ibn Mula’ib, emir de Apamea; Aqsonqor il-Bursuqi, gobernador de Alepo; Raimundo II, conde de Trípoli; Isabel I, reina de Armenia; Felipe de Monforte; Eduardo I de Inglaterra se salvó pero entendió el mensaje y abandonó Tierra Santa –  había llegado como líder de la novena cruzada. Incluso se cree que intentaron matar a Saladino dos veces, una en el sitio de Maysaf tras el primer intento fallido.

Nizaries
Nizaries cerca del Castillo de Alamut

La confrontación clásica que se cree de los hassassin con los cruzados no es del todo cierta. Sus mayores enemigos estaban dentro del mundo musulmán. Con los cruzados tuvieron una relación de alianzas políticas, aunque en ocasionas actuaron contra ellos por el poder en algún territorio clave. Los nizaríes trazaron unas alianzas con cruzados y musulmanes manteniendo un equilibrio que les aseguró sus años dorados. Serán los cruzados que llegaban a Tierra Santa quienes, conocedores de la forma de actuar de este grupo, extendieron su fama por toda la Europa medieval creando la leyenda negra que llega a nuestros días y la utilización de la palabra “asesino”.

La época de esplendor de la secta duró muy poco, ya que contaban con dos grandes enemigos en su contra: la dinastía de los mamelucos que dominó Egipto en el siglo XIII y el avance las tropas mongolas que acosaban los territorios de Oriente Medio liderados por Hulagu, nieto de Gengis Kan. Fueron estos últimos los que arrasaron todas las fortalezas de los nizaríes hasta destruir Alamut.

Tras ello se considera que desaparecieron, ya que los pocos supervivientes tuvieron que vivir escondidos y perseguidos, aunque tuvieron dos resurgimientos. Uno en siglo XV desde Anjudan (Irán) en el que consiguieron muchos seguidores en la India llamados allí Khodjas. Y otro en XIX al crear una sede en Bombay que sigue en la actualidad.

En la actualidad existen unos 10 millones de seguidores de esta rama del chiismo con sede en Bombay. ¿Serán solo un grupo religioso o existe un Assassin´s Creed real? 

Cómo era ser Hassassin no solo en el videojuego.

Los futuros asesinos recibían en Alamut un duro entrenamiento físico y un fuerte adoctrinamiento religioso. Estos solían ser niños o adolescentes sin familia y marginados sociales. Tras el rito inicial del hachís que hemos comentado, estos jóvenes solo deseaban volver a ese paraíso y para ello debían de actuar según los prefectos de su líder. Así daba comienzo la formación de un asesino letal.

Recibían clases de todo tipo de materias útiles para su cometido: aprendían idiomas, modo de vestir y las maneras de actuar de comerciantes, monjes y soldados y aprendían las costumbres de cualquier lugar. Se hacían pasar por creyentes de diferentes religiones. Un hassassin podía adoptar la identidad de cualquier persona.

Transitaban por la ciudad de su objetivo estudiando sus costumbres, sus rutas y sus hábitos. Eran pacientes y minuciosos a la hora de completar sus misiones para así poder entrar en el paraíso. Eran guerreros fríos, calculadores y muy meticulosos. Asesinaban a una sola persona, cuando se lo mandaba su líder, sin causar daños colaterales o herir a víctimas inocentes. Utilizaban dagas y puñales, así que mataban a corta distancia. Vestían túnicas blancas con fajines y turbantes rojos, colores que representaban la sangre y la inocencia.

La historia real dentro del juego. De Nizaríes a Assassin´s Creed

​El articulo hasta ahora nos ha contado la historia real de este grupo resucitado para la exitosa saga de videojuegos pero, ¿qué vemos en estos juegos que sean inspiración directa de los hechos cometidos por los auténticos nizaríes?

La fortaleza principal en el videojuego es Maysaf, que como hemos visto es real, aunque debería ser Alamut. El nombre de este castillo significa nido de águilas. Las águilas son el emblema de los asesinos en todos los videojuegos.

Ataïr
El personaje de Altaïr preparado para realizar el “salto de fe”

El salto de fe lo hacen todos los asesinos de la saga para salvar grandes alturas, normalmente desde torres o campanarios. Este icónico elemento del juego se basa en la historia ya narrada del guerrero nizarí que se lanzó al vacío para mostrar su lealtad.

Al-Mualin es el viejo de la montaña, líder de la secta en el videojuego. Controla a sus súbditos apoderándose de su mente con un elemento fantástico. Si cambiamos este último elemento por el hachís es muy parecido a la historia real de Hasan bin Sabbah.

Los enemigos de los asesinos en el juego siempre son los templarios, pero en el primer juego los actos del protagonista hacen que tanto los cruzados, como Saladino quieran destruir la secta, al igual que en la historia real. 

Templario
Los templarios son los enemigos de los asesinos en la saga de videojuegos Assassin´s Creed

En conclusión, en este artículo vemos cómo una secta real con métodos novedosos de guerra ha servido de inspiración para una saga ya legendaria dentro del mundo de los videojuegos. La historia es una gran fuente de inspiración, aquí nos hemos centrado en la secta nizarí en particular, pero en todos los juegos visitamos otras épocas y otros escenarios donde nos encontramos con personajes reales como Rodrigo Borgia, George Washington, Barbanegra, Napoleón, etc.

Ahora que conoces su historia real, su credo, sus métodos y su forma de vida. ¿Quieres ser un Assassin? ¿Son los buenos de la historia? Uno de los lemas de esta secta en el juego es todo está permitido, nada es real. En tu mano está la elección para elegir bando.

Bibliografía

VV.AA. Assassin´s Creed. La colección oficial.2018 Salvat.

https://es.wikipedia.org/wiki/Nizar%C3%ADes

https://unrinconenlahistoria.wordpress.com/tag/hassassins/

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/legendarios-guerreros-alamut-secta-asesinos_11317

https://descubrirlahistoria.es/2015/02/hashshashin-la-fuente-de-inspiracion-de-assassins-creed/

https://elpais.com/elpais/2018/12/04/eps/1543939513_033228.html


[1] El califato fatimí fue el único chií. Dominó el norte de África del año 909 al 1171, siendo El Cairo su sede principal.


[2] El ismaelismo una corriente chií. ​ Su nombre proviene de que acepten al Imán Ismail ibn Ya’far como el sucesor espiritual escogido de Ya’far as-Sadiq,

Ricardo Romaniega García

Graduado en Historia y Patrimonio por la Universidad de Burgos y el Máster en Estudios Avanzados e Investigación en Historia por la Universidad de Salamanca.

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